jueves, 10 de octubre de 2013

Fumarme un porro me puede hacer mal?

Mujer de 24 años de edad que concurre a la consulta preguntando sobre efectos adversos del consumo de marihuana.
P: Mujer joven         
E: Consumo de marihuana
O: Efectos adversos a largo plazo
El cannabis o marihuana, hace referencia a las sustancias psicoactivas que son consumidas de la planta Cannabis sativa con fines recreativos, religiosos y medicinales. El compuesto químico psicoactivo predominante es el tetrahidrocannabinol (THC). El cannabis contiene más de cuatrocientos compuestos químicos diferentes, entre ellos al menos sesenta y seis cannabinoides aparte del THC, tales como: el cannabidiol (CBD), el cannabinol (CBN) o la tetrahidrocannabivarina (THCV), que tienen distintos efectos en el sistema nervioso que aquel.
CONOCIMIENTO DE BASE: UpToDate
La marihuana es actualmente la droga no legal de consumo más popular. Además, en vistas de la legalización de la misma en varios países y la investigación sobre su utilidad para fines medicinales, cobra importancia la investigación sobre sus efectos adversos. La percepción de muchos consumidores es que es la droga ilícita de menor riesgo. Presentamos aquí un resumen de los mismos.
·         Salud y Funcionamiento psicosocial:
Corto plazo: Se asocia el consumo de marihuana a: mayor deserción escolar, como puente para la utilización de otras drogas ilícitas, a la criminalidad y al desempleo.
Largo plazo: Las consecuencias adversas pueden desaparecer o disminuir sustancialmente con la abstinencia sostenida o la disminución del consumo de marihuana.
·         Pulmonares:
El humo de la marihuana contiene muchas de las mismas partículas de combustión que contiene el humo del tabaco y a veces hasta en mayores cantidades. Contiene aproximadamente 3 veces más brea y 50% más carcinógenos. La pregunta es: ¿Existe asociación entre el consumo de marihuana y el cáncer de pulmón?. Hay evidencia molecular, celular e histopatológica que demuestra la asociación entre marihuana y cáncer, sin embargo, múltiples estudios incluyendo una revisión sistemática realizada en 2005, concluyeron que no hay suficiente evidencia para evaluar dicha asociación. Un nuevo estudio publicado en 2013 muestra los siguientes resultados:  
Marijuana use and risk of lung cancer: a 40-year cohort study. Cancer Causes Control (2013) marihuana use and risk of lung cancer
Tipo de Estudio: Cohorte prospectiva
Objetivo: Establecer asociación de riesgo entre el cáncer de pulmón y el consumo de marihuana.
Materiales y Métodos: se examinó una cohorte de 49.321 varones a quienes se evaluó el consumo de marihuana y otras variables relevantes durante el servicio militar en Suecia, entre los años 1969-1970. Fueron seguidos hasta 2009 por medio del Registro Médico Nacional y se evaluó la relación entre fumar marihuana, medido en el momento de ingreso al servicio militar y el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Se construyeron 2 variables de exposición a marihuana: alguna vez versus nunca usó marihuana en la vida, y la frecuencia con que usó marihuana: nunca (grupo control), usó alguna vez (2-4 veces, 5-10 veces, 11-50 veces) y más de 50 veces (categoría definida como “pesado” o de consumo intensivo).
Para tabaquismo se construyeron 3 categorías: nunca fumó, fumador de 1-10 cigarrillos por día, y fumador de más de 10 cigarrillos por día.
Se incluyeron los siguientes posibles confundidores: uso de tabaco, consumo de alcohol, enfermedades respiratorias (bronquitis crónica, enfisema, neumonía o asma) y estatus socioeconómico.
Se realizó un análisis de regresión Cox para estimar la relación entre fumar marihuana y el tiempo en ser diagnosticado el cáncer de pulmón. Se construyeron 2 modelos: uno que compara de forma dicotómica nunca vs alguna vez y otro que incorpora la frecuencia del uso de cannabis a lo largo de la vida.
Resultados: Se observó un aumento del riesgo 2 veces mayor en aquellos individuos con consumo intensivo de marihuana (>50 veces en la vida) para el desarrollo de cáncer de pulmón (HR 2,12, 95%CI 1,08-4,14), ajustado según consumo de tabaco, alcohol, enfermedades respiratorias, y nivel socioeconómico.

Calidad de la Evidencia: MODERADA. 1) Muestra representativa: +, 2) Pacientes homogéneos: +, 3) Seguimiento completo: +/- (pérdida de 7%), 4) Desenlaces objetivos: +.
·         Efectos neurocognitivos:
La evidencia de asociación entre el consumo habitual de marihuana y déficits neurocognitivos residuales es controversial. En 2003 se publicó un meta-análisis que incluyó más de 600 pacientes que no encontró evidencia de que el consumo de marihuana causara deterioro neurocongitivo. Los resultados que fueron consistentes con estudios epidemiológicos. Sin embargo, estudios realizados posteriormente muestran evidencia en contrario. Entonces:
 ¿Cuál es el impacto del consumo de la marihuana sobre las habilidades neurocognitivas?:
 Persistent cannabis users show neuropsychological decline from childhood to midlife. Persistent cannabis users show neuropsychological decline from childhood to midlife
Tipo de Estudio: Cohorte prospectiva
Objetivo: Establecer la asociación entre el consumo persistente de cannabis y el deterioro de las capacidades neurocognitivas.
Materiales y métodos: Se realizaron test de evaluación neuropsicológica a una cohorte de 1037 individuos a los 13 años de edad (previo al inicio de consumo de marihuana) y luego a los 38 años. El consumo de marihuana se constató mediante entrevistas realizadas a los 18, 21, 26, 32 y 38 años. Se estratificó a los consumidores según la intensidad de consumo, y según las veces que habían manifestado síntomas de abstinencia en el transcurso de las distintas entrevistas. Se obtuvieron así cinco grupos: No-consumidores, consumidores sin signos de dependencia, y consumidores que manifestaron signos de dependencia en 1, 2, y 3 o más entrevistas. Luego, se comparó el IQ global y el específico de distintas áreas cognitivas obtenidos en los test pre y post consumo de marihuana obteniéndose una diferencia de IQ expresada en unidades de DS. Diferencias de 0.20, 0.50 y 0.80 en unidades de DS, corresponden a cambios de pequeña, mediana y gran magnitud.
Resultados: Se observó un deterioro en las capacidades neurocognitivas de aquellos pacientes que consumieron marihuana y que aumentó según la intensidad del consumo, ajustado según el nivel educativo. Se obtuvo una diferencia de -0,38 DS de IQ, considerada de pequeña magnitud, en aquellos pacientes que habían mostrado signos de dependencia en 3 o más oportunidades y fue de mayor magnitud en individuos que comenzaron el consumo en la adolescencia. Los hallazgos son sugestivos de un efecto neurotóxico del cannabis en el cerebro de los adolescentes y pone de relieve la importancia de los esfuerzos de políticas de prevención.
Calidad de la Evidencia: MODERADA-BAJA 1) Muestra representativa: +, 2) Pacientes homogéneos: +, 3) Seguimiento completo: + 4) Desenlaces objetivos: Se utiliza como método de evaluación el coeficiente intelectual (IQ test), que no se encuentra validado para evaluar deterioro neurocognitivo.

·         Psicosis: 
Aquellos que consumen marihuana tienen mayor riesgo de desarrollar desórdenes psicóticos que aquellos que nunca han consumido la sustancia  (OR 1.41, 95% CI 1.20-1.65). El mayor riesgo podría estar asociado a factores genéticos o a que, aquellos individuos con rasgos psicóticos o psicosis propiamente dicha, tengan mayor tendencia al consumo de marihuana y otras drogas. [i]
·         Síndrome Amotivacional:
Es un estado de complacencia crónica, pasividad, introversión, apatía, falta de motivación y productividad atribuido al consumo de marihuana.  Hay controversia acerca de su mayor asociación con el consumo de cannabis. Algunos estudios muestran que aquellos individuos que consumían marihuana crónicamente tenían significativamente menos chances de terminar sus estudios secundarios y universitarios y menos chances de ganar más de 30000 dólares al año, comparado con los controles. Sin embargo, otras condiciones como la depresión, la falta de objetivos y aspiraciones, pueden producir efectos similares. Otros estudios mostraron que individuos que consumían marihuana diariamente tenían el mismo nivel de motivación que aquellos que nunca la habían consumido. [i]
Otros efectos adversos:
·         Cardiovascular: en ancianos y pacientes con enfermedad vascular (coronaria y cerebral) puede generar isquemia y arritmias debido al aumento de catecolaminas que produce la intoxicación aguda por cannabis.
·         Sistema Inmunológico: El uso de cannabis parecería suprimir distintos aspectos de la función inmunológica. Aunque no es claro si esto aumenta el riesgo de infecciones.
·         Síndrome de hiperémesis por cannabinoides: Pacientes con abuso crónico de marihuana pueden padecer episodios recurrentes de dolor abdominal, nauseas y vómitos incoercibles, que resuelven cuando se retira la droga.
·         Reproductivo: Disminución de la libido, impotencia y ginecomastia en hombres debido a la supresión de la testosterona. Además causa disminución del recuento y motilidad espermática. En mujeres aumenta la prolactina y puede producir galactorrea.
·         Dental: Aumenta el riesgo de periodontitis.
Conclusiones: El consumo intensivo de marihuana se asocia a un aumento del riesgo de ser diagnosticado con cáncer de pulmón al compararlo con los que no fuman marihuana incluso luego de ser ajustado según posibles confundidores como consumo de tabaco, alcohol, enfermedades respiratorias, y nivel socioeconómico. Además, se observó que el consumo intensivo de marihuana se asocia a deterioro neurocognitivo de pequeña magnitud a edades tempranas de la vida adulta (38 años) fundamentalmente si comienza desde la adolescencia. Finalmente, se observó una posible asociación con otros efectos adversos como el sindrome amotivacional, trastornos psicóticos, impotencia e infertilidad en el hombre, galactorrea en la mujer, mayor riesgo de periodontitis, y probable depresión de la respuesta inmunológica. Cabe destacar que la mayoría de los efectos adversos se observaron en pacientes con consumo intensivo de marihuana (aunque definido de distintas maneras en los distintos estudios).

Con esta información podremos explicarle a nuestros pacientes que no sólo el consumo de tabaco puede afectar su salud.



[i] Cannabis use and risk of psychotic or affective mental health outcomes: a systematic review “, Moore TH, Zammit S, Lingford-Hughes A, Barnes TR, Jones PB, Burke M, Lewis G, Lancet. 2007;370(9584):319. 

5 comentarios:

  1. Creo que la mejor respuesta a la pregunta de la paciente sería decirle que no hay evidencia de calidad que demuestre que el consumo de marihuana afecte negativamente la salud, que hay evidencia de moderada calidad que parecería mostrar una asociación con CA de pulmon y trastornos psiquiatricos en consumidores pesados. Informar a la paciente para que siendo adulta como es tome la decisión que considere pertinente dado que los beneficios y efectos adversos parecerían ser mas o menos iguales. O, en otras palabras, - No, nena, no, fumarte UN porro no te va a hacer mal.

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  2. Es muy delicado opinar sobre una planta declarada ilegal en la mayoría de los países del mundo ya que cualquier opinión puede ser considerada teñida de consideraciones políticas más o menos libertarias.

    La causa de la prohibición es extraña y de ninguna manera puede adjudicarse a los daños que eventualmente pueda producir a la salud, habidas cuentas de la existencia de otras drogas probadamente dañinas cuya producción, venta y distribución son absolutamente legales, como el tabaco y el alcohol, para no nombrar todas las drogas producidas en laboratorio y sobre las que no pesa prohibición alguna.

    De todos modos se puede decir que los estudios son muy sorprendentes y desde mi punto de vista carecen por completo de validez en tanto es imposible despejar otras variables que podrían ser las causantes de la asociación observada, por ejemplo, con cáncer de pulmón (los pacientes fumadores de marihuana suelen también fumar tabaco, por ejemplo) y con trastornos psiquiátricos (los fumadores de marihuana, al ser esta relativamente marginal, son aquellos con conductas previas relativamente más marginales).

    Por último, llama la atención que en las universidades norteamericanas sea tan común "fumarse un porro" como en las nuestras "tomarse unos mates" y sin embargo los egresados de esas casas de estudio no son ni más locos, ni tienen aparentemente más cáncer que los nuestros. ¿O sí?

    Y debo disentir con Martín Diaz: Habría que decir a la chica, "un porro, sí puede hacerte mal". Aunque también puede hacerte mal mirar tanta televisión.

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  3. 1) La marihuana no sería una indicación médica en este caso por lo que no se debe medir en términos de riesgos y "beneficios". Sólo hay riesgos.
    2) En el estudio de cáncer de pulmón el riesgo era 5 veces mayor en los que fumaban marihuana de forma intensiva y al ajustarlo por todas las variables que propuso Francisco el riesgo seguía siendo superior y de forma significativa (2 veces superior)
    3) La calidad de evidencia: en algunas ocasiones estudios observacionales pueden mostrarnos efectos estimados consistentes y podemos confiar en este resultado. La presencia de un gradiente de repuesta a dosis puede aumentar la confianza en los resultados y por lo tanto aumentar la calidad. En este caso el riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la dosis de la marihuana. Para mi calidad de evidencia MODERADA/ALTA
    4) En este caso a nuestra paciente no le importa si es legal o no. Sólo nos pregunta el riesgo. Como médicos que comprenden las pruebas tendríamos que informarle que fumar marihuana aumenta el riesgo de cáncer de pulmón aún luego de ajustarlo a consumo de tabaco y la confianza en esos resultados es ALTA. Además tendríamos que decirle que con menos confianza en los resultados, fumar marihuana podría aumentar el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo.

    Saludos

    Juani Ruiz

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  4. 1) La paciente lo consume marihuana (o esta interesada en hacerlo) pues encuentra un beneficio en esto, mas alla de tu indicacion médica que en este caso no estaría indicada.
    2) las 5 veces mas que mencionas es para consumo de tabaco ajustado, el crudo de marihuana para fumadores pesados (>50 veces]) es 3.72, ajustado de 2.12 (1.08–4.14), para el resto de los consumidores no se encontro significacncia estadística en NINGUNO.
    3) En este caso no hay dosis respuesta, la respuesta se encuentra exclusivamente en dosis altas y no se presenta ninguna curva de dosis respuesta ni se puede construir con los datos proporcionados a mi entender, si aun así la hiubiera no es suficiente, en mi opinión para declarar como de calidad alta esta evidencia. Hay otras cosas en un observacional para mover la aguja de la calidad que en este no se encuentran, (por ejemplo un gran efecto, >4-5 veces). Por otro lado, tampoco sería ético hacer un RCT.
    4) por todo lo antedicho, sostengo que fumarse un porro con fines recreacionales no aumenta el riesgo de cancer de pulmon segun las pruebas encontradas, quizas sería interesante decirle que el consumo pesado si.

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  5. Creo que ante la pregunta de la paciente, uno debería empatizar con la paciente y preguntarle porque le preocupa si le puede hacer mal?, y cual es el beneficio que espera ella de "fumarse un porro"?.
    Al contrario de Juani, pienso que los riesgos y beneficios existen en todas las acciones de la vida, no importa si son prescriptas por médicos o no.
    Si una persona consulta por miedo a que algo le haga mal, lo que hay que plantear es porque lo va a hacer?, probablemente espera tener un beneficio (los médicos debemos ser capaces de comprender cuales son los desenlaces reportados por los pacientes, en este caso se puede suponer que existiría alguno beneficioso), y si es así hay que establecer si los riesgo superan los beneficios.
    Si estoy de acuerdo con que según la evidencia actual SI HAY RIESGOS.
    Cuales son los riesgos? y cuanto es el riesgo? es más discutible.
    Creo que hacen faltan estudios que éticamente/legalmente son inviables (por ejemplo un aleatorizado con una cantidad de eventos suficientes en cada rama de desenlaces clinicamente relevantes), para poder discutir con más profundidad. Lamentablemente estas limitaciones harán que desde la MBE no se pueda dar una recomendación fuerte, sobre si se puede sugerir a un paciente que no fume un porro.

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